“Con la aparición del mosquito ‘Aedes aegyti’ en Fuerteventura se comprobó la efectividad del protocolo ante Enfermedades Tropicales que tenemos en Canarias”

Por los alumnos de 4º ESO-C

LA TIZA MENSAJERA estos días ha contado con muchas suertes, una de ella es poder entrevistar al Doctor Basilio Valladares, quien comparte momentos de investigación, con otro lauredado científico como él, el Doctor Manuel Patarroyo, médico inmunólogo colombiano de reconocido prestigio mundial, que busca una solución para la malaria. El Colegio Virgen del Mar ha podido contar con el Doctor Valladares durante la celebración de la Semana Cultural de Canarias con una conferencia sobre “El Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias: investigación y utilidad pública”, que ofreció al alumnado de Secundaria y Bachillerato.

El Doctor Basilio Valladares es Medalla de Oro de Canarias, Licenciado en Farmacia por la Universidad de Granada, Doctor en Farmacia por la Universidad de La Laguna, así como ha sido Catedrático de Parasitología en la Universidad de La Laguna, ULL, al igual que Decano de la Facultad de Farmacia (2000-2004), y actualmente es Director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias (desde 2004). Pero sobre todo, para aquellos que le conocen o han podido escucharle –como ha ocurrido a LA TIZA MENSAJERA y a los alumnos que presenciaron su ponencia en el Colegio Virgen del Mar-, Basilio Valladares es una persona entusiasta que sigue buscando en la investigación la aportación para una sociedad mejor, como demuestra en la entrevista que nos deja a continuación.

-¿Qué fue lo que lo motivó a estudiar las Enfermedades Tropicales? ¿Por qué?
-“En primer lugar, las Enfermedades Tropicales afectan a la tercera parte de la población mundial que coincide con las poblaciones más empobrecidas. Por otra parte, Canarias se encuentra en una encrucijada de tres continentes a 100 kilómetros de la costa africana y con un clima subtropical benigno que puede hacer que se implanten determinadas patologías”.

-¿Qué protocolo de actuación se sigue en el Instituto de Enfermedades Tropicales, que usted dirige, en una situación como la que se dio el pasado mes de marzo en Fuerteventura?
-“Tenemos protocolos de actuación para las emergencias, concretamente para lo de Fuerteventura, hemos actuado sobre la marcha bajo la coordinación de la Dirección General de Salud Pública. El haber actuado rápidamente, nos hace ser optimista en el resultado y entender que contamos con un protocolo con efectividad. Desde diciembre no han vuelto a aparecer ejemplares de ‘Aedes aegyti’ en la urbanización donde apareció el mosquito”.

-¿Qué enfermedad está investigando actualmente?
-“El Instituto tiene varias áreas de trabajo, por lo que no se trabaja en una enfermedad sola. Pero podemos indicar que desde hace años trabajamos para obtener una vacuna frente a la ‘Leishmaniosis cutánea y mucocutánea’ que es una patología que se presenta en América del sur”.

-¿Cuál es patología o parásito más extraño que ha tenido que trabajar en laboratorio?
-“Quizás el último que hemos encontrado, un nematodo que solo se había encontrado en Chile, que no lo teníamos en Canarias y que lo hemos encontrado recientemente. Un patógeno importado que indica que estamos cometiendo errores en la protección de nuestras fronteras”.

-¿Cuál es patología o parásito más extraño que ha tenido que trabajar en laboratorio?
-“Quizás el último que hemos encontrado, un nematodo que solo se había encontrado en Chile, que no lo teníamos en Canarias y que lo hemos encontrado recientemente. Un patógeno importado que indica que estamos cometiendo errores en la protección de nuestras fronteras”.

-¿Canarias está libre de más posibles infecciones?
-“No, estamos viendo como nos aparecen nuevos patógenos que no teníamos y se quedan implantados en Canarias. Ahí está el caso de ‘Angioestronglus cantonensis’ o el ‘Anaplasma platis’, que no los teníamos y que ahora los tenemos”.

-¿Cuál es su reto científico? Está relacionado, quizás, con la pregunta anterior.
-“Como ustedes comprenderán en un Instituto multidisciplinar como el nuestro, hay más de un reto científico. Desde intentar poner a punto técnicas de diagnósticos sensibles y específicas para distintas enfermedades tropicales, pasando por instaurar nuevas terapias para las enfermedades que la OMS llama “desatendidas” u “olvidadas”, así como desarrollar vacunas que puedan servir para proteger a las personas de enfermedades de difícil terapia”.

Con Manuel Patarroyo

-¿Trabaja usted habitualmente con el doctor Patarroyo? ¿Cómo comenzó esa relación? ¿En qué campos investigan juntos?
-“Sí, desde los años noventa del siglo pasado. La relación comenzó con una investigación sobre un test de diagnóstico de tuberculosis en el que trabajamos conjuntamente el laboratorio del Doctor Patarroyo, el CSIC, y el nuestro. Él trabaja en una vacuna sintética contra la malaria y la tiene prácticamente terminada. Nosotros colaboramos con él y estamos pendientes de la finalización de los trabajos experimentales para poder probarla en humanos”.

-¿Dejará alguna vez la bata y el microscopio?
-“Eso es muy difícil. Lo llevo ‘grabado a fuego en mi genoma’. Yo dejaré de trabajar en investigación cuando esté imposibilitado física o mentalmente para ello, mientras intentaré colaborar con mis compañeros en las investigaciones que se llevan a cabo en el Instituto”.