Las matemáticas, además de desarrollar la intuición y el espíritu crítico, constituyen un elemento insustituible de formación en el rigor, formalismo y razonamiento. En efecto, las matemáticas están presentes en cualquier faceta de nuestra vida diaria: el uso de los cajeros automáticos de un banco, las comunicaciones por teléfono, la predicción del tiempo, las nuevas tecnologías, la arquitectura, e incluso, aunque no es tan conocido, también en una obra de arte, en la música, en la publicidad, en el cine o en la lectura de un libro. De hecho, muchas veces el papel que juegan las matemáticas en la vida cotidiana es el de detectar mentiras y engaños. También en los supermercados si te quieren engañar tú puedes sumar tu compra.

Sin embargo, en el colegio la asignatura de matemáticas suele ser, de lejos, la más odiada. Y ¿por qué? Parece que nos estamos dando cuenta de que las matemáticas llevan años enseñándose mal. Es necesario que desde la escuela se transmita una idea positiva de las matemáticas y para ello hay que cambiar la manera en la que se les presenta a los alumnos.

Las matemáticas pueden ser muy útiles para nuestro día a día, aunque a veces las utilicemos sin darnos cuenta. Por ejemplo, cosas muy útiles que nos pueden aportar, podrían ser cuando vamos a una tienda y queremos saber cuánto nos ahorraremos en una oferta del 20% de descuento o cuánto te costará comprar 20 naranjas a 20 céntimos cada una.

También tenemos que saber que las matemáticas pueden estar por cualquier sitio. Por ejemplo la música tiene matemáticas. En la música utilizamos las matemáticas para separar los compases, para ponerle valor a una nota musical o simplemente para seguir un ritmo. Las matemáticas son esenciales para nuestras vidas, porque si no sabes matemáticas se te pueden hacer difíciles muchas cosas, como por ejemplo imagínate que tienes que prepararte la comida, miras un libro de recetas y no sabes qué valor tiene un mililitro ó 200 gramos. Pongamos otra situación. Imagínate que de mayor quieres ser arquitecto, si no sabes bien matemáticas, es imposible que seas un buen arquitecto, o si quieres jugar a hundir la flota con tus amigos. Las matemáticas sirven para casi todo, y por eso es una asignatura tan importante. No hace falta que seas un experto, pero si no sabes nada de nada, hay muchas cosas que en tu vida diaria se te harán mucho más difíciles o incluso te parezcan imposibles.

Las matemáticas de la vida cotidiana son/sirven para todas la edades. Se aprenden de pequeñitos y las utilizamos día a día y a partir de ahí aprendes una cosa nueva cada día. Las matemáticas se utilizan de manera distinta dependiendo de la etapa en la que estés. Así en primaria, cuando estás aprendiendo no vas a utilizar las matemáticas para calcular cuánto te va a costar el seguro de la luz, pero sí para calcular cuánto te van a costar las chuches que te has comprado en el quiosco. Así que más o menos por un estilo. Luego con el paso del el tiempo si no repasas se te pueden olvidar algunas cosas (dependiendo de la persona y la cosa). Sin embargo cuando aprendes a sumar, eso no se te va a olvidar y lo vas a utilizar para un montón de cosas.

En definitiva, las matemáticas las utilizamos mucho a lo largo de nuestra vida y están presentes en nuestra vida cotidiana.

Por Jorge Villamizar y Nuhazet Porras, alumnos de 1º ESO-D

Las ​matemáticas​ las podemos usar en donde sea, ya que están por todos lados: cuando estamos en un ascensor, para saber dónde vive alguien, etc… Ahora mi compañero y yo les vamos a dar unos ejemplos de las ​matemáticas​ en la vida cotidiana:

1.➡Para pagar cuando vas al supermercado.

2. ➡Para calcular el aforo en las tiendas.

3.➡Para comprar viviendas o coches

¿Qué hacen las matemáticas? Es otra pregunta que retumba en la boca de todos. La labor de un matemático se basa principalmente en los números. Estos individuos utilizan sus habilidades para realizar investigaciones basadas en principios, teorías y métodos matemáticos que pueden ser aplicados a distintas áreas de las ciencias para resolver problemas y crear soluciones.