ESPECIAL DÍA DE LA PAZ

Nuestras reflexiones

Por Aridiam Marrero Dorta, alumna de 2º ESO-B

La paz nos enseña a cuidar, ayudar  y a apoyarnos entre nosotros. Si alguien necesita ayuda, debemos ayudarlo en todo lo posible, si alguien necesita que se le suba el animo, regalarle unos minutos de tu vida, para recordarle lo bonita que puede ser la vida y hacerle sentir bien.

El problema de esta sociedad es que somos muy orgullosos y cuando cometemos un fallo no somos capaces de reconocerlo, y por ello se forman peleas entre nosotros, ya sea entre dos personas o entre algunos países.

Desde pequeños nos han enseñado que si nos hacen o nos dicen algo, tenemos que devolvérsela y vengarnos, pero eso no es lo correcto. Si alguien te molesta, no le hagas lo mismo, demuestra que tú eres mejor persona.

En el mundo hay muchos tipos de personas y cada una de ellas es única. Hay personas de diferentes países, diferentes religiones y diferentes pensamientos. Todos somos muy distintos pero la sociedad se divide entre las personas buenas y las malas que día a día arruinan la reputación de su país.

Porque para cada cosa buena como la paz siempre habrá algo negativo como la guerra.

El bien y el mal son como dos imanes que se atraen, van uno al lado del otro. Pero sí es cierto que podemos hacer que el bien sea más fuerte y grande que el mal. Solamente tenemos que saber cómo actuar, perdonar y olvidar. Porque todos unidos podemos hacer de este un mundo mejor.

 

Por Samuel Pérez López, alumno de 4º ESO-B

¿Qué es la paz? ¿Una acción, un estado de la sociedad, de la propia persona? Yo creo que es una sensación, un estilo de vida al que no estamos acostumbrados, al que estamos intentando llegar y que necesitamos en nuestro día a día. Creo, sinceramente, que el día que se consiga la paz absoluta, este logro tan difícil e indescriptible, el mundo no será el que nosotros creemos que va a ser. Pienso que va a ser un mundo más aburrido, cansino y además insoportable.

No estoy diciendo que la paz sea nefasta, ni mucho menos, es el sentimiento más profundo y relajante que puede existir en el interior de cada persona, e incluso me atrevería a decir que es el más complicado de alcanzar. Pero cada uno de nosotros tiene una opinión propia.

Los humanos no somos perfectos, y eso es lo que nos hace ser únicos. Claro que habiendo paz hay tranquilidad, pero siempre va a haber conflictos por diferentes puntos de vista, lo que puede ir evolucionando de una pequeña discusión a algo mucho más grande. Imaginad que hay esa paz que tanto estamos buscando. ¿Cómo será la gente? Por ello, opino que las guerras son un signo de que somos humanos, tenemos diferentes gustos y podemos cometer errores, pero no por que seamos así debe haber violencia y muerte.  Espero que algún día se haga realidad el deseo de que no haya guerras a grandes escalas, porque esas guerras las provocamos nosotros por pura ambición. La paz no significa que la gente deje de provocar conflictos. Es más, nunca va a haber paz, pero sí ausencia de guerra. Sería como comparar la salud con el no tener ninguna enfermedad, o la libertad con el no estar preso. Así que como dijo Jimi Hendrix: «cuando el poder del amor sobrepase el amor al poder, el mundo conocerá la paz».

 

Por Diego Hermes Chévez Coloma, alumno de 4º ESO-B

La paz es un efecto, un estado o condición de concordia que se obtiene con la práctica de valores sociales. Hoy en día, se cree que la paz ya ha conquistado el mundo, llenando de esperanza y alegría la vida de siete mil millones de seres humanos. Pero no es cierto, la guerra aún habita en este mundo, pudriéndolo y desmoronándolo como una plaga de termitas en una casa rural.

La gente cree que las guerras son libradas para un propósito inmoral y deshonesto. Pero hay guerras, que son libradas para conseguir la paz. Por ejemplo, las revoluciones son batallas en las que se lucha por la libertad del pueblo, y en la mayoría de revoluciones, la paz gana.

Con esto no quiero decir que las guerras sean buenas, con esto quiero decir que, a veces, son necesarias. Por ejemplo, si no se hubiera librado la Segunda Guerra Mundial, quizás esta redacción estaría en alemán y trataría sobre el odio hacia las personas de color y hacia los judíos.

Muchas veces, la paz requiere un precio, ¿qué estarías tú dispuesto a dar por la paz?

 

Por José María Frías Tejera, alumno de 4º ESO-B

La Paz, eso de lo que tanto se habla y algo imposible de describir, porque nadie la ha visto. Todos creemos que la Paz que buscamos es la no violencia, el bienestar y la tranquilidad, ¿es la paz realmente eso?, ¿es la paz algo global? La respuesta es no. Todos tenemos nuestro concepto de paz, porque todos somos egoístas. Son solo aquellos que viven en la verdadera paz los que son capaces de hablar de ella, porque no podemos hablar de paz si no la conocemos, si no vivimos en paz, si no hay paz en nuestro entorno. Solo es aquella gente que vive en paz, la que es capaz de ayudar a los demás a conseguirla. El resto, claro está, es la gran mayoría de la sociedad, nosotros, tan falsos e inocentes, que confundimos el Día de la Paz y la no violencia con el día de cumplir una buena acción. Cuando debería ser el día de buscar nuestra paz, de reflexionar.

No es nada complicado encontrar algo que perturbe nuestro estado de paz, ni siquiera salir de casa, basta con encender la televisión y cambiar un par de canales para encontrar todo tipo de barbaridades. Es increíble darse cuenta de cómo nos sorprendemos al ver a alguien cumplir una buena acción pero pasar por alto como si fuera normal, eso es triste, pero es cierto. Y más triste es la conclusión de esta redacción, y es que no se puede alcanzar la paz sin conocer la paz, porque ocho acepciones en el diccionario no son suficientes, porque todos debemos buscar nuestro significado de paz para poder alcanzarla, porque la paz nunca va a ser algo común, porque la verdadera paz depende de cada uno, porque la paz mundial es algo ilusorio.