La preocupante situación de La Palma: la erupción del Volcán de Cumbre Vieja

Por Aday Cabrera, J. Diego González, Nerea Galán, Daniela Cabrera y Paula Del Toro

El domingo día 19 de septiembre de 2021, será reflejado en la historia por la erupción volcánica de una de las islas, en el extremo más noroccidental de Canarias, que confirma que las islas continúan formándose a día de hoy. Nuestros vecinos palmeros, que no sufrían una erupción desde 1971, vuelven, incluso, a una peor situación que la de hace 50 años. 

Tras una oleada de movimientos sísmicos que anunciaban la llegada de un futuro volcán a la isla, el pasado domingo, sobre las 15:10, erupcionaba el volcán de Cumbre Vieja, sin dar tiempo de pasar a un nivel naranja. Desde 2017, se registraban movimientos en esta isla, pero nunca ni la mitad de enérgicos como los que provocaron tal catástrofe natural. Según el IGN, Instituto Geográfico Nacional, hubo un registro de cerca de unos 7.000 temblores que no alcanzaban una gran intensidad, hasta que el gran sismo de 4.2 llegó. 

Los geólogos explican que las erupciones en Canarias suelen ser fisurales, se rompen como una grieta con distintos puntos por los que emanan la lava, gases y piroclastos entre otros. David Calvo, el vulcanólogo, explica cómo estas erupciones se denominan “racimadas”. En estos momentos se contabilizan alrededor de 12 bocas eruptivas, aunque se dice que este número aumentará, generalmente de manera alineada, pero al entrar en una fase de madura erupción, muchas de estas fisuras perderían fuerza y se concentrarían en una. Ejemplos cercanos a este tenemos el de la erupción submarina de El Hierro o incluso en El Teneguía.

Cuando esta erupción comenzó, se puso en marcha el plan de evacuación creado hace 15 años, El PEVOLCA, el acrónimo que hace referencia al Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias. Las autoridades encargadas de que se cumpla este plan, la Dirección General de Seguridad y Emergencias por Riesgo Volcánico se reunió la noche del pasado 13 de septiembre, destacando que la erupción en La Palma, no produjo daños personales, gracias a estos trabajos de coordinación realizados por los profesionales. Esto nos permitió adelantar la respuesta, así como evitando que las consecuencias incluyeran muertes, aunque sí la desaparición de unas 200 casas, siendo esto inevitable. 

A pesar de que la erupción se produjo en una zona no poblada, por seguridad se ha procedido a evacuar a unas 6.000 personas, quienes están situadas en el campo de fútbol municipal, en el caso de los vecinos de Los Llanos de Aridane, Villa de Mazo y El Paso, mientras que para los palmeros residentes en Fuencaliente será el Centro de visitantes del Volcán de San Antonio. En estás localizaciones se encuentra personal de Servicio Canario de Salud y Cruz Roja, realizando una valoración para decidir su posible derivación. Este número de evacuaciones y de personas evacuadas cambia constantemente debido a la situación, y lo muy impredecible que es este volcán. A día del pasado viernes 24 de septiembre, el volcán ha abierto una nueva boca eruptiva en uno de los flancos del cono, que, por desgracia, se ha desplomado en una montaña cercana. 

La erupción continuada por la lava, ha afectado a un gran número de viviendas y la atención se centra en el avance de las anteriores y nuevas coladas que van en dirección de la costa y producen incendios forestales a su alrededor. Por este motivo, se han trasladado tanto personal cualificado como los son los bomberos, la Guardia Civil y la UME. El portavoz  insiste en que se cuenta con todo lo necesario para hacer frente a esta situación con seguridad, pero también lo hace en que nos mantengamos alejados de los lugares afectados. No solo por la peligrosidad que tiene el estar cerca de un volcán en erupción, que ha intensificado su explosividad, aumentado la expulsión de material piroclástico y que cada vez es más fuerte, geológicamente hablando. También preocupa la cantidad tan exagerada de ceniza y dióxido de azufre emitidas por el mismo.

Dióxido de azufre

El dióxido de azufre es uno de los gases que emiten en gran cantidad los volcanes en erupción, además del dióxido de carbono, sulfuro de hidrógeno y los haluros de hidrógeno. Este gas mencionado anteriormente, hace que, en consecuencia, se irrite la piel, los tejidos, las mucosas de los ojos, la nariz y la garganta. Por ello, los expertos nos indican que si nos encontramos en la propia isla, que si necesitamos salir o limpiar ceniza, para ahorrar problemas respiratorios en un futuro, si tenemos disposición, usemos mascarillas FFP2 y gafas. Aunque los gases ligeros y con mayor toxicidad se queden a altos metros de la corteza terrestre, los gases pesados, y la ceniza se quedan en la superficie, causando esas posibles irritaciones. Todo esto causa la famosa lluvia ácida, la cual, los agricultores del otro lado de la isla, temen, y esto podría dejar a La Palma sin recurso alguno.

Aunque lo peor todavía no ha pasado y tenemos nuestras esperanzas en que si lo hace se demore el menor tiempo posible en llegar al mar. Lo anteriormente mencionado sobre la lluvia ácida, afortunadamente no ha ocurrido, ya que no ha alcanzado el agua de las costas. Aunque el paso de la lava parecía ir extremadamente rápido, se ha ralentizado. La lava está avanzando por la ladera a una velocidad menor de la estimada, pero con las últimas noticias, se estima que recupere fuerzas, y con ello, velocidad. Pero, al haber estado varios días con esa gran densidad, parece que se ha dispersado muchísimo más de lo esperado. Si el magma, el cual está a 1.100 grados centígrados, entrara en contacto con el agua salada, es decir con el mar, que está a 23 grados, se crearía una reacción química, avivando un humo intenso que lanza a la atmósfera partículas muy finas de ácido clorhídrico y de vidrio. Con lo cual también se producirían gases con más toxicidad de los que ya están presentes. Por ello, volvemos a reiterar el llevar la protección necesaria, si estamos cerca o vamos a la Isla Bonita.

Dentro de lo negativo, hay cosas positivas

Aunque una noticia tan desalentadora como lo es, el que Tajuya, Tacande de Abajo y parte de Tacande de Arriba, se vean afectadas por la nueva explosión, la lava ya haya dejado más de 220 hectáreas abrasadas, más de 400 viviendas bajo ella y que esto continúe con un número indeterminado de días de erupción, según dicen los geólogos, la gratificante noticia es que miles de personas han ayudado en la recolecta de ropa y alimentos no perecederos, y que entre otros, haya sido desbordada por tal cantidad de solidaridad, esto emociona a cualquiera. La recolecta ha tenido que terminar el mismo día de su inicio, debido a que las agencias encargadas de su transporte se han visto desbordadas. Y, aunque residentes en La Palma, como puede ser nuestra entrevistada Raquel Castro, profesora en el IES Punta Gorda, describe que los vecinos viven con nerviosismo y una vigilancia constante, y que la incertidumbre y la angustia parece en determinados momentos dominar sus vidas, agradecen encarecidamente a todos los que les han apoyado desde el primer momento con mensajes de aliento, o ayudando con esas recolectas. 

En estos momentos, todos somos La Palma, y nuestro equipo formado por; Daniela Cabrera, Juan Diego González, Aday Cabrera, Nerea Galán y Paula Del Toro, mandamos toda la fuerza desde la isla vecina de Tenerife.