Papas bravas, bravísimas al estilo de mi madre

Lo siento, pero nuestras «Papas bravas, bravísimas» no son unas simples papas fritas con salsa de tomate por encima. De ninguna manera, no desmerezco las típicas papas bravas de los bares a las que acompañan las múltiples salsas. En mi caso, lo que les propongo es un plato no complicado de elaborar, típico en muchos puntos de Canarias y la extensa cocina peninsular y Mediterránea, pero que llevan en mi caso el punto que he aprendido de la cocina de mi madre. Ese punto es el que les voy a mostrar con la receta que hoy les presento. Espero que sea de su agrado. El tiempo que requiere en cocina no supera los 15 ó 20 minutos.

Por Mauro Herrera Perestelo, alumno de 4ºESO-A

Ingredientes

* 6 papas de freír grandes

* Aceite de oliva virgen extra

* Para la salsa picante (brava): 1 cebolla grande

* 2 dientes de ajo

* 50 ml de aceite de oliva virgen extra

* 1 cucharada de pimentón picante

* 2 pimientas de cayena

* 1 bote de tomate natural entero (400 g.)

* 1 cucharadita de azúcar (para reducir la acidez del tomate)

* Una pizca de azafrán

* 1 cucharadita de colorante alimentario

* 1 cucharadita de sal

* Un chorro de vinagre de Jerez

 

Preparación de las papas

Pelamos las papas, las lavamos, escurrimos y secamos bien con un trapo de  papel.

Las cortamos de forma tosca, en cubos del tamaño de un bocado.

Ponemos una cazo grande y vertemos con abundante aceite de oliva virgen extra, más o menos por encima de la mitad de la capacidad del cazo.

Añadimos las papas en el aceite en frío y dejamos que se caliente a temperatura media. Bajamos el fuego al mínimo y las vamos a confitar en el aceite muy lentamente durante 15 minutos.

Cuando ya estén tiernas las sacamos del cazo con un escurridor y las metemos en la nevera para que se enfríen rápidamente.

Mientras tenemos las papas en la nevera vamos con la salsa.

 

Preparación de la salsa

Cortamos una cebolla en cuadraditos muy pequeños, y la echamos en una cazuela. Vale el mismo cazo donde hemos confitado las papas , con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Picamos finamente los dientes de ajo y sofreímos con la cebolla a temperatura media hasta que esté transparente. Añadimos las cayenas y removemos bien.

Retiramos el cazo del fuego y echamos una buena cucharada de pimentón picante y  azafrán.

Removemos para que se mezcle bien con el resto de los ingredientes, siempre fuera del fuego para que no se nos queme el pimentón.

Vertemos el contenido de los tomates naturales tipo pera pelados y todo el agua que trae el bote.

Rompemos el tomate con una cuchara o una espátula hasta que esté deshecho. Echamos una cucharadita de azúcar para corregir la acidez del tomate y sal al gusto.

Ponemos al fuego de nuevo a temperatura media y lo cocinamos durante 5 minutos, sin dejar de remover.

Añadimos el colorante y cocinamos otros 10 minutos más. Al final de la cocción echamos una chorro de vinagre de Jerez y removemos todo.

Yo retiro las pimientas de cayena antes de pasarlo todo por la batidora, pero eso es opcional y depende de lo que te guste el picante. Apartamos del fuego y trituramos con una batidora eléctrica.

 

El toque final que me gusta darle a las papas

Sacamos de la nevera las papas y colocamos una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra al fuego.

Cuando el aceite esté muy caliente echamos las papas y freímos unos 10 minutos o hasta que estén doradas. Nos quedarán doradas y crujientes por fuera y blandas y tiernas por dentro.

Las sacamos de la sartén y las ponemos en un plato con papel absorbente para quitarles el exceso de aceite. Las ponemos en un plato bonito y echamos por encima la salsa brava. Y a disfrutas de un plato sencillo y delicioso que une a quienes se quieren ante la mesa. ¡Qué les guste!