Por Paula Mora Prendes 1ºB-ESO

Este tema para mí es uno de los más crudos y duros que nos podamos encontrar dentro de la familia.

Hay personas que abandonan a los mayores porque no pueden cuidar de ellos. Antes cuando éramos más pequeños compartíamos ratos muy especiales con nuestros mayores. Jugando, viendo la tele, hablando o simplemente un rato muy especial.

Hay otro argumento que me gustaría valorar. Los mayores, nuestros queridos abuelos, se sienten invisibles, más de una vez, hacia la familia.

Aunque nos enfademos con ellos no hay que dejar de estar a su lado, porque tú no sabes cuándo se pueden ir al cielo, por eso no hay que abandonarlos.

Yo desgraciadamente perdí a mis dos abuelos y hoy, ahora, los echo mucho de menos, puesto que me hubiera gustado haber pasado más tiempo con ellos.

Hemos de tener claro que a un abuelo no hay que abandonarlo. Debemos considerar que el tiempo que no los aprovechemos, que no aprovechemos para estar con ellos, no nos lo devolverán. Nuestro tiempo con ellos es sagrado.