Jota Cuspinera, entrenador ACB de Baloncesto y coordinador del Campus de Semana Santa del Santo Domingo-VDM

“Veo auténtica pasión por el basket en los chicos del Colegio Virgen del Mar-Santo Domingo”

Entrevista montada por Daniel Díaz, alumno de 1º de Bachillerato

LA TIZA MENSAJERA ha tenido la ocasión de marcar uno de sus mejores triples para su sección “Nuestros Deportistas” y ha sido el lanzado en el último segundo del entrenamiento que hemos podido seguir de cerca coordinado por, nada más y nada menos, que todo un Jota Cuspinera. Este hombre de Estudiantes de toda la vida, como él mismo se define, tuvo la amabilidad de recibirnos cuando finalizaba su entreno de tarde, en esta Semana Santa canaria, para el Campus del Colegio Virgen del Mar-Santo Domingo, coordinado por él. Jota es un profesional con dilatada experiencia en el mundo del baloncesto y del entrenamiento. José Ramón “Jota” Cuspinera es entrenador de baloncesto desde hace más de veinticinco años, formando jugadores en las categorías inferiores de Estudiantes y entrenando también al máximo nivel durante este período como entrenador del equipo de EBA de Estudiantes, entrenador ayudante de Estudiantes en ACB, Seleccionador Nacional Sub 16 y Sub 18, entrenador ayudante de Pepu Hernández en la Selección Nacional absoluta en el Europeo de Madrid 2007 y entrenador ayudante de Pablo Laso en el Real Madrid. Posteriormente, comandó el Fuenlabrada y hasta el pasado enero de 2018 al Zaragoza.

-¿Te gusta el básket que se practica en Canarias, concretamente en el Colegio Virgen del Mar-Santo Domingo?
-«Veo ilusión hacia el baloncesto en los chicos del Colegio Virgen del Mar-Santo Domingo, y cuando siento esa sensación frente al deporte que me ha visto crecer, es una causa, lógicamente, de triunfo y alegría».

-¿Crees que apuestan por la diversión y el buen juego?
-«Desde que llegué el pasado fin de semana, he podido ver buen básket. Cada uno, cada chico, con su nivel, pero sobre todo tienen lo que, de forma especial, hace falta para prosperar, y es querer aprender.

«Hay que engancharse a la magia del básket»

El baloncesto es como la vida en pequeñito. Todo lo que ocurre en la cancha, tiene luego su traslado a la vida real, y viceversa.Creo que todos los que estamos enamorados del básket lo tenemos claro: es una verdadera escuela de superación. Se trata de intentar ser mejor cada día. Muchas veces nos comparamos con el que tenemos al lado, pero, sobre todo, nos estamos comparando constantemente con nosotros mismos, mirándonos en nuestros espejo imaginario. Queremos ser un poquito mejores mañana, otro poco pasado mañana y así sucesivamente. Somos conscientes de que para eso hay que esforzarse, y entonces la mejora irá viniendo poco a poco. Por eso, cuando veo a cualquier equipo, sea del nivel que sea, sobre todo en este mundo de la Base, donde cada día se quiere hacer algo mejor, cuando veo esa pasión entre los niños, entres los chicos y las chicas del básket, yo me engancho a eso, a esa bendita pasión. Esa es la verdadera magia, la magia de engancharse al básket».

-¿Esa pasión les lleva a alcanzar mayor nivel de tecnificación?
-«Sin duda, cada uno en su nivel, pero la pasión es el motor de ese aprendizaje del básket. Lo que no se hace con pasión, no existe. Estos chicos o chicas, con esa pasión, tienen un partido ganado y es el del amor por el baloncesto. Ellos aprenden esa lección de plantearte el cómo estás tú respecto a ayer. He visto que todos los días, los jugadores quieren aprender algo nuevo y de esa forma, más tarde o más temprano, puedes alcanzar un buen nivel de tecnificación, porque detrás está siempre la pasión. Ellos tienen esa pasión por decir, ‘oye enséñame algo nuevo’”. Esa pasión siempre necesaria».

-¿Crees que suman algo las apuestas como esta, como esta apuesta del Campus Colegio Virgen del Mar-Santo Domingo?
-«Está claro suman y mucho. Son momentos para lograr aprendizaje de nuevas técnicas, reforzar las que ya sabes, acercarte a diario al balón, correr sobre el parqué, practicar sistemas, y ante todo convivir. Los chicos encuentran momentos donde compartir también vivencias con sus iguales, y escuchar a sus técnicos, pero también intercambiar experiencias con sus compañeros de equipo o de campus, que en otras ocasiones, por el día a día del entreno, no son posibles».

«El deporte es la mejor escuela de superación y salud, y tenemos que cuidarla”

-¿Se apuesta lo suficiente por el básket?
-«Creo que sí se apuesta, pero hay algo que me preocupa. Antes, cuando nosotros salíamos a jugar, los fines de semana las canchas de los colegios públicos o de los pabellones de barrio, esas canchas, esos patios estaban abiertos. Ahora muchas veces, esas canchas están cerradas. Es un contrasentido, queremos apostar por la práctica del deporte, en nuestro caso del baloncesto, pero cerramos las puertas al espacio donde los chicos la pueden practicar, es una incoherencia. Quizás habría que volver a plantearse la existencia de más canchas abiertas. En las canchas se practica deporte y eso es bueno, es indiscutible, no hemos descubierto nada nuevo, ‘mens sana, in corpore sano’, ahora hay que ponerlo, cada vez más, en práctica, y para ello necesitamos canchas. El deporte es la mejor escuela de superación y salud, y tenemos que cuidarla».

-¿Llevar el baloncesto a los más pequeños, a los benjamines ha sido un acierto?
-«Claramente, lo hemos visto en los que casi siempre son pioneros, el básket de norteamérica. Hemos entendido que ir hasta los más pequeños, hasta los benjamines, ha sido un total acierto. En el fútbol lo hacían hace mucho tiempo. En el baloncesto desde hace unos años hasta ahora, y los resultados están siendo evidentes. Ves a esos pequeños botando balones adecuados a su edad, más pequeños, pero balones de básket, y esa ilusión por llegar a canasta, y sabemos que eso es apuesta por el futuro, pero desde el presente.

Recuerdo cuando en el Estudiantes instauramos el Baby Básket. Ahora cuando un chaval de cuatro años quiere empezar en el baloncesto es fantástico. Cuando un pequeñajo ve en la tele cómo los mayores se mueven en la cancha y luego los quiere imitar, eso es un gran aprendizaje. Si cuando el niño demanda esa necesidad, la de jugar al baloncesto, tú se la das, el niño se engancha al deporte y hemos ganado que esa persona crezca.

Hace unos años, por no prever esta apuesta por los más pequeños, por esas edades benjamines y prebenjamines, el baloncesto quizás estaba perdiendo nuevos y futuros jugadores. El niño o la niña siempre necesitan estar activos, si no encontraban esa actividad deportiva en el básket, lógicamente se iban a otra como el fútbol. Ha sido un gran acierto abrir las puertas de la canasta para los más peques».

-¿Después del Zaragoza qué vendrá?
-«Siempre entregado a mi gran pasión, el básket. Ahora en este paro de mi primera actividad que es la de ser entrenador de élite, de básket de ACB, sin embargo sigo en lo que me gusta, es decir, volcado en el entreno. Ahora, después de Canarias, me iré a Cantabria, a un Clinic para entrenadores, y luego el lunes de Pascua marcharé a Palma de Mallorca. La agenda de entrenos sigue estando a tope, porque lo que gana siempre es la pasión por la canasta. Además de entrenador soy formador. Me encanta entrenar a chavales, pero también me apasiona formar a otros entrenadores, para que luego esos coach formen a las chavalas y chavales, y ese es el capítulo que toca ahora en esta etapa que me ha tocado vivir. Justo en esta etapa momentánea en la que ando ahora, es en la que quiero enseñar a otros la pasión que siento por el baloncesto, para que ellos se la trasladen a sus jugadores».

«Se han cesado demasiados entrenadores esta liga»

-¿Te veremos a lo mejor pronto por Canarias?
-«Quién sabe, no me importaría. Pero ahora no es el momento de recibir llamadas, y no me las están haciendo. Se me cesó, como se ha cesado a otros tantos entrenadores en esta liga, para mi gusto en exceso. Ha sido en exceso el número de entrenadores cesados en esta temporada. Que siete entrenadores hayan caído allá por enero, me parece un exceso, y quizás, en algunos casos, una falta de paciencia por parte de los clubes. Que haya ceses siempre es normal, pero en este número elevado de la 17/18 no me parece muy acertado. Eso va en detrimento al final de la calidad de la liga. Los entrenadores que están militando en ACB tienen un nivel muy alto, y esto que ha ocurrido durante esta liga, cuando se suceden siete ceses, casi la mitad de clubes que tiene la liga, quiere decir que está ocurriendo algo, más allá de las canchas de ACB y quizás de los clubes».

-¿Y cómo calificas la élite del baloncesto tinerfeño?
-«El CB Canarias, el Iberostar Tenerife, cuenta con una plantilla muy potente. Lo demostraron la pasada temporada, y con el potencial de 11 años que les dio la dirección de Alejandro Martínez, y luego la de Txus Vidorreta, y ahora la de Fotis Katsikaris. Son un gran club, un equipo con grandes cualidades individuales y de conjunto, que ha conseguido grandes cosas. Al final esos grandes logros potencian también el que la base tenga ilusión y pasión por nuestro mundo de la canasta».