Especial «Apoyo a Gran Canaria»

¿Quememos o queramos Canarias?

Por alumnos de 4º ESO-A, Lengua Castellana y Literatura

El pasado mes de agosto, además de servirnos para descansar, nos fue muy útil para algo más importante, enfrentarnos a la realidad de que Canarias es un territorio totalmente frágil. Por ende, cabe explicar que los canarios también nos hallamos ante una enorme fragilidad, por la que quizás, si no moderamos nuestros descuidos, acabe en que convirtamos nuestra tierra en un nuevo desierto. Puede parecer muy pesimista esta idea con la que abrimos nuestro comentario de opinión, pero mejor ser realista, porque no es pesimismo, nosotros queremos compartir con los demás una verdadera realidad: Canarias necesita despertar y saber que vive de su medioambiente.

Gran Canaria sufrió un duro golpe el pasado mes de agosto, del que todavía no se ha logrado recuperar. Concretamente los grancanarios, ahora mismo, están en un proceso de reconstrucción de lo que dañó el incendio que devoró los parajes de Valleseco y sus alrededores, más de 12.000 hectáreas. No solo se causaron pérdidas personales –viviendas, enseres, ganado, etcétera-, sino que el golpe peor sufrido ha sido el de que todo ese territorio calcinado, no volverá a su estado preincendio, en algunos casos, hasta después de tres décadas. Casi 10.000 estadios. ¿Cuánto tardaríamos en reconstruir el Estadio de Gran Canaria o el Heliodoro, si sufrieran algún desperfecto? ¿Cuánto tiempo nos costará volver a tener una Vegueta preciosa, como lo ha sido siempre?

Por otro lado, alguien puede pensar que eso, lo sucedido en Gran Canaria, a las demás Islas, nos pilla lejos. Nada más lejos de la realidad. Dice una canción de Los Sabandeños, “Somos una sobre un mismo mar”. Totalmente cierto, verdad. Si Gran Canaria fue incendiada, se ha incendiado el medioambiente de todos los canarios.

También, hablan de qué soluciones poner a esto. Nosotros, les damos una. Debemos comenzar a concienciar a los más pequeños, para que enseñen ellos a los mayores. A que nos conciencien de que, si degradamos nuestro medioambiente, estamos siendo derrotados por la desertización. Si no educamos en cuidar algo tan común a todos como la naturaleza, en este caso, la canaria, estaremos deseducando. Si no emprendemos campañas de concienciación sobre el amor a nuestros bosques y mares, estaremos tirándonos tierra sobre nuestro propio tejado.

Por último, confiamos en que nuestra generación, la generación del verdadero primer cambio del Siglo XXI, mire hacia delante buscando el que los que vengan después sigan teniendo el precioso verde de Canarias.