El volcán de Cumbre Vieja deja daños inoportunos e incertidumbre

Por Miriam Gutiérrez, Daniela Izquierdo, Omar Dorta, Samuel González y Josué Lavandero

El pasado 19 de septiembre entró en erupción un volcán en Cumbre Vieja (La Palma), ocasionando la evacuación de 6.000 personas y otros daños

La lava desprendida por el volcán avanza a 300 metros por hora en dirección al mar, hacia La Bombilla y Puerto Naos. En su paso, ha arrasado con 153 hectáreas, 180 viviendas, dos colegios que reciben ayuda de la editorial Vicens Vives y Correos para proveer material escolar gratis a las familias afectadas, zonas de cultivo que no podrán usarse en mucho tiempo y amenaza con sepultar comunicaciones terrestres, eléctricas y telefónicas. Preocupa que puedan producirse explosiones y emisiones de gases nocivos al entrar en contacto con el agua, pudiendo producir hasta 9.000 toneladas de ácido sulfúrico, causando daños incalculables y estropear instalaciones básicas como depuradoras de agua.

La isla tiene dos grandes fisuras, en las cuales se encuentran las diez bocas por las que no para de emerger magma que alcanza los 1.113 ºC, siendo cada vez menos imposible un tsunami. El volcán estima expulsar entre 17 y 20 millones de metros cúbicos de lava. La calidad del aire ha empeorado considerablemente respecto a las primeras horas y muchas carreteras han sido sepultadas por la lava. Se estima que podría durar entre 24 y 84 días más, según los cálculos del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).

Otros inconvenientes abarcan los cuatro vuelos cancelados el lunes con destino u origen en La Gomera. Los vuelos se han recuperado. Binter y Enaire anuncian que operan con normalidad, siguiendo el procedimiento de actuación para cenizas volcánicas.

Angustia, ansiedad…

El presidente del gobierno asegura que no habrá daños económicos colosales y garantiza la seguridad de los ciudadanos, manteniendo un radio de exclusión de dos kilómetros en torno a la erupción, para no someter a nadie a explosiones, emisiones de gases nocivos o impacto de piroclastos. El Gobierno y el Senado piden ayuda inmediata para los afectados por el volcán, demostrando solidaridad absoluta al proporcionar ayuda económica, por el momento indefinida.

La angustia, ansiedad, incertidumbre y rabia son los sentimientos que ha provocado la erupción. Miles de personas han sido desalojadas dejando atrás todo, y muchos de ellos perderán su casa. Esto es una mezcla de emociones, a flor de piel. Es comprensible, ya que han recibido un giro bastante radical en sus vidas cotidianas.

Reparar el daño de las víctimas es lo primordial

En cuanto a los turistas, Reyes Maroto, Ministra de Industria, Comercio y Turismo, pide tranquilidad a los turistas que se encuentran actualmente allí y a los que viajarán próximamente. Es más, opina que puede convertirse en un reclamo turístico: un espectáculo inusitado que, con precaución, puede ser contemplado. “Si su hotel está afectado, se les va a alojar en otro para que puedan disfrutar de sus vacaciones, y aprovechar esto también como un reclamo para que muchos turistas que quieran disfrutar de lo que la naturaleza nos ha traído a La Palma” dice Reyes Maroto. Este criterio de tratar la desgracia de muchos como “turismo de volcanes” ha recibido muchas críticas. Ella matiza que reparar el daño de las víctimas y trabajar para recuperar la normalidad es lo primordial.

Nueve erupciones palmeras

Con esta, suman nueve las erupciones volcánicas que han sucedido en La Palma desde que se tienen datos. Es la isla con más erupciones de las Islas Canarias. Está claro que no podemos hacer nada contra un suceso natural como ese, más que evacuar y mantener a salvo a las personas. Por eso, no es apropiado acercarse más de lo debido a la lava, y minorizar los daños dentro de lo que cabe en un suceso único y propio de nuestras islas.