El injusto éxito del trap

Josué Lavandero Verde 3º ESO C

El trap es, sin lugar a duda, una moda, que maneja cientos y miles de dólares. Pero… ya que es tan especial y asombroso, mueve tanto dinero y es tan exitoso, nos hacemos la pregunta: ¿Hay que tener algo para hacer esta música? ¿Es complicado hacerla? O más concretamente ¿Hay que pasar años estudiando y practicando para poder hacer trap?

Con respecto a las anteriores preguntas, voy a resaltar el inmenso esfuerzo que tienen que hacer los cantantes de lírica para hacer lo que hacen en los escenarios. Años y años, depurando no solo su técnica vocal, sino también su interpretación. Cuando se exponen en el escenario, tienen claro que el público no va a ser piadoso con ellos; tienen un pensamiento crítico y saben evaluar sus fallos, por lo tanto, sus actuaciones deben ser inmejorables. No hace falta añadir que la ópera no es el único ejemplo; el jazz o el flamenco también nos serviría de ejemplos. ¿Como se adquiere una buena técnica de canto para enfrentarse a ese público exigente? Aprendiendo a dominar los músculos de la voz, músculos que no sabemos controlar, músculos semi involuntarios como el diafragma. Y eso son años puliendo la técnica para que la interpretación sea perfecta. Al fin y al cabo, la gran mayoría de las personas se aburren en una ópera (y yo me incluyo), pero es un ejemplo formidable de un esfuerzo inhumano que hacen los cantantes.

En cambio, el trap no necesita nada de lo antes nombrado. Hoy en día, uno se tira un pedo y ecualizándolo, suena precioso. Hay unos avances asombrosos; por lo tanto, no hay que preocuparse por la técnica, solo necesitas un productor y una firma que te catapulte a lo alto. Con esto no quiero decir que nos pongamos a escuchar ópera. Pero hoy en día, el talento está muy escondido en el mundo. Somos muchos en el mundo, y todos tenemos un talento escondido, pero hay personas que hacen auténticas obras de arte, únicas que merecen reconocimiento, sin embargo, no lo tienen, en cambio, lo tienen los cantantes de trap.

Se suele aludir al termino “flow” cuando se habla de trap. Me pregunto: ¿Qué es el flow que tanto enriquece el trap? Los foros de internet definen el flow como el ritmo, la velocidad, que el cantante siente en lo que canta, que fluye con más soltura del que dictan las notas. Así que presumen de tener ritmos exuberantes cuando son compases en cuatro por cuatro que ni siquiera logran mover el pie de una persona. Como si alguien tirase un bolígrafo con una base en el compás de cuatro por cuatro, y cae a compás con la música. Luego, no solo son ritmos simples, sino que también son desganados e insuficientes para mover mínimamente tu pie.

En conclusión, los géneros musicales tienen algo que brilla, algo en lo que triunfar o sobresalir (matices, ritmo, voz, creatividad etc.), sin embargo, el trap no tiene talento necesario, no brilla

En conclusión, los géneros musicales tienen algo que brilla, algo en lo que triunfar o sobresalir (matices, ritmo, voz, creatividad etc.), sin embargo, el trap no tiene talento necesario, no brilla. No le encuentro una letra bonita, ni una melodía pegadiza, ni un mensaje, ni un ritmo que te haga mover apenas el pie; es un quiero y no puedo. Y aquellas personas que hacen auténticas obras de arte musicales no tienen el reconocimiento del público. Ese es el problema: el talentoso no obtiene nada, y el desmañado sube hasta la mismísima cima.

No juzgo a las personas que escuchan trap, ni usurpar el éxito de los cantantes traperos, porque todos merecemos el éxito y cumplir nuestros sueños. Pero el éxito de los cantantes de trap no es meritorio, no tiene ningún tipo de virtuosidad. Solamente estar en el sitio adecuado en el momento adecuado y con las personas adecuadas. Al fin y al cabo, llega a ser incluso bonito, porque quiere decir que tú, yo, cualquiera puede llegar a grandes cosas siendo nada más que un ciudadano corriente; no tenemos por qué salir de familias adineradas o reconocidas para brillar. Porque la clave, no es hacerlo bien, sino dar con aquello que funciona.