Cuentos del proyecto «El imperio Covid contraataca»

Por alumnos de 5º C de Educación Primaria

El Covid desaparece

Había una vez una niña llamada Miranda. Ella vivía en el pueblecito de San Andrés.

En todos los países del mundo tienen que usar una cosa llamada “mascarilla” para prevenir el contagio del virus Covid-19. Los médicos están intentando encontrar la vacuna para el conjunto de enfermedades que causa; dicen que no desaparecerá hasta mediados de 2021.

Miranda quería que la vacuna saliera cuanto antes, por eso llamó a sus amigos para empezar a investigar y encontrar un remedio contra el Covid-19. Todos quedaron con los médicos en un laboratorio. En el libro de vacunas ponía que, para encontrar la vacuna del Covid, tenían que encontrar un trozo de arcoíris en el final del pueblo, una pluma de dragón y un pétalo de amapola.

En el camino a buscar el trozo de arcoíris, se encontraron un monstruo. Para poder pasar al arcoíris tenían que hacer una batalla de baile con el mejor bailarín del mundo… el monstruo. Miranda y sus amigos aceptaron el reto. Sergio, que así se llamaba el monstruo, puso música y empezaron las batallas. La primera ronda la ganó Miranda; en la siguiente, su amigo Pedro no pudo con Sergio, que ganó el duelo. Pero todas las demás rondas las ganaron los amigos uno tras otro y, al final, pudieron pasar al arcoíris. Miranda cogió un trozo y lo guardó en su bolso mágico (donde cabe hasta una persona).

Ahora tenían que ir a buscar la pluma de dragón. El monstruo Sergio les guió hacia el castillo donde están todas las criaturas peligrosas. Los chichos y los médicos entraron al castillo, el dragón estaba encadenado y dormido. Miranda entró silenciosamente a la jaula del dragón Pepe; con mucho tacto y sigilo le quitó la pluma, ¡el dragón no se dio ni cuenta!

Todos se fueron del castillo contentos de haber podido coger la pluma. Sergio los guió ahora a un jardín lleno de amapolas moradas y rojas. Pepe y los demás empezaron a coger pétalos. Cuando consideraron tener suficientes, se despidieron de Sergio el monstruo tristemente y regresaron a casa.

Volvieron a reunirse en el laboratorio a juntar el arcoíris, la pluma de dragón y los pétalos de amapola. Cuando ya estaba lista la vacuna, la probaron los propios médicos… ¡La vacuna funcionaba! Esa misma noche, en las noticias, anunciaron que por fin se tenía una vacuna.

Todos fueron al laboratorio de Miranda y sus amigos a agradecerles su proeza; gracias a ellos ya no moriría más gente y podríamos volver a abrazar a nuestros familiares y amigos.

FIN

Autores – 5ºC: Carla Mora, Sergio Alberto, Aura Marina Penagos y Dara Nieto

 

“Fulano Vs el COVID-19”

Érase una vez un niño llamado Fulano . Un día decidió ir a un pueblo de chinos, encontró un laboratorio, ¿qué raro no? Estaba extrañado. Pero cuando se fijó estaba creando una sustancia química muy rara. Fulano pasó de ella y se fue a la heladería de Alfonso, su amigo.

– ¿Qué raro lo que estaban haciendo esos chinos, no? – dijo Alfonso.

– Seguro serán unos de esos experimentos tontos que ellos hacen – contestó Fulano.

Fulano y Alfonso se acercaron al laboratorio y le preguntaron al doctor Pepe:

– ¿Qué estás creando?

– ¡Una deliciosa sopa de murciélago! – les respondió el doctor Pepe.

Fulano y Alfonso se asustaron. La sopa de murciélago no estaba nada rica.

Bueno, aquí tenemos a Johnny, es el doctor que más enfermedades ha creado. El dolor de cabeza, el dolor de barriga y otras muchas, pero creemos que podría crear muchas más.

– Encantado Johnny, pero por favor no crees ningún virus más porque ya bastantes síntomas tenemos, así que mejor que no crees más, ¿vale? Hasta mañana – dijeron Fulano y Alfonso.

– Bueno, mañana no, porque tengo que hacer helados de chocolate y ¿tú qué vas a hacer fulano?

– Bueno, puede que hasta haga sopa de murciélago. Adiós, hasta mañana.

Al día siguiente, Fulano fue a la heladería de Alfonso. Éste se sorprendió mucho, no pensaba que fuese a ir tan temprano.

– Oye Alfonso, ¿has visto lo que está usando la gente en la boca? – preguntó Fulano.

– ¡No me había fijado Fulano! – contestó Alfonso

– Iremos a por el doctor Johnny, ¡seguro tiene algo que ver con esto!

– ¡Seguro! – replicó Alfonso.

Un rato más tarde fueron al laboratorio del doctor Johnny.

– ¿Doctor Johnny qué está haciendo? – preguntaron.

– Un nuevo virus… – dijo el doctor un tanto nervioso.

Alfonso y Fulano se asustaron y con mucho miedo preguntaron tartamudeando:

– ¿Co – co – cómo se lla-ma?

– ¡El covid-19 ! – sentenció el doctor.

Fulano y Alfonso se fueron rápidamente del laboratorio a preguntar dónde se compraban esas cosas que llevaban en la boca. Un rato después encontraron una chica muy amable que les indico dónde se compraban. La chica les dijo que se llamaban mascarillas; Fulano, atontado por su belleza, le preguntó:

– ¿Cuál es tu nombre?

– Me llamo Julia – respondió la chica – ¿Y tú?

– Fulano, me llamo Fulano – le contestó.

Luego, rápidamente, los tres fueron a la farmacia a comprar mascarillas para protegerse.

Alfonso tenia miedo de este virus que se propagaba, le gustaba mucho su profesión de heladero, pero por esta situación no podía abrir su puesto de helados.

Meses más tarde les confinaron permanentemente, sólo podían salir a comprar. Fulano, de vez en cuándo, llamaba a Alfonso por videollamada. Alfonso estuvo mucho tiempo sin contestarle porque estaba en el hospital, le estaban haciendo unas pruebas muy raras porque había enfermado.

Fulano pasó unas semanas muy nervioso y preocupado por su amigo, hasta que pudo ir a visitarlo, gracias a que había mejorado. Alfonso siempre que Fulano le visitaba se alegraba mucho. Finalmente dieron de alta a Alfonso.

Después de eso, seguían todas las medidas de seguridad , se veían manteniendo la distancia y con mascarilla, e incluso jugaban a distancia.

Hasta que un día los doctores Pepe y Johnny les fueron a visitar, se disculparon y prometieron encontrar la cura para el coronavirus. A partir de ese momento quedaron más tranquilos pero no pudieron bajar la guardia con las medidas contra el virus.

Un año después salió la cura; obviamente lo lograron los doctores Pepe y Johnny, eran grandes investigadores y muy buenas personas, que se habían dado cuenta del peligro que el virus tenía para la humanidad. A partir de ese momento, Alfonso volvió su trabajo en la heladería y Fulano se caso con su amada Julia … hasta en los malos momentos surgen bonitas historias que contar.

FIN

 

Autores 5ºC: Isabella Ballesteros, Telma Batista y Brailon Noda.

 

“EL CORONAVISCOSO EN EL PLANETA GALAXIA”

Un día estaba, Pedro, el anciano de vuelta a casa cuando, de repente, vio una sombra detrás de él, cuando miró vio una gran bola de moco verde gigante. Al principio, no le dio mucha importancia, ya que pensó que era producto de su imaginación, pero un rato después le cayó una baba verde en la cabeza. Parpadeó muchas veces seguidas rápidamente, para ver si era otra vez su imaginación, volvió a mirar pero se dio cuenta de que no lo era, era una bola de verdad Corrió muy rápido, bueno, todo lo rápido que pudo, hasta que esa bola gigante se marchó por una alcantarilla. Miró fijamente la alcantarilla y no vio nada, por lo tanto pensó que no la volvería a ver jamás. Cuando llego a la ciudad alertó a todo el mundo de aquella tragedia. Casi nadie le creía lo que contaba, salvo unos niños de la clase de 5ºC de Primaria, llamados Estrella, Chispas, Luna y Rayo; ellos querían saber más sobre ese misterio, así que decidieron investigar. Le hicieron muchas preguntas a Pedro sobre cómo era de grande, cómo eran las babas, etc.

Con todos los datos que consiguieron, decidieron preguntarle al científico malvado Oscuridad. Subieron más de 1.000 escalones para llegar a su laboratorio.

Al ver aquello, quedaron asombrados y corrieron escaleras abajo lo más rápido que pudieron. Se dirigieron a la ciudad directos a contarle todo lo ocurrido a Pedro; la situación era grave, estaban en peligro. Así que alertaron a la familia real de todo lo ocurrido y el rey decidió mandar a otros científicos de la ciudad a investigar más sobre el caso. Los científicos descubrieron que era un virus muy peligroso y muy contagioso, y tendrían que tomar medidas rápidamente. Llamaron a Destello para que publicase la noticia en todas partes. El rey y la reina decidieron mandar a construir una fábrica de mascarillas, guantes y geles para que nadie tuviese problemas. Una semana después el Coronaviscoso se esparció por más de la mitad del planeta, así que la familia real tuvo que tomar medidas más exigentes. Empezaron por poner solo dos semanas en cuarentena y solo se podía salir para las cosas esenciales, como comprar comida.

A los Estrella, Chispas, Luna, Rayo y a sus familias les dejaron pasar la cuarentena en la casa real por haberles alertado. Los policías arrestaron al científico Oscuridad y decidieron encerrarlo para el resto de su vida, si no les daba una cura pronto. Él se negó rotundamente y acabó encarcelado de por vida.

Pasaron tres meses y las cosas mejoraron mucho. Ya se podía salir a la calle pero siempre con la mascarilla puesta. Empezó el colegio y los casos empezaron a subir. Los cuatro niños decidieron crear una vacuna ellos mismos, ya que los médicos no lograron nada. Al cabo de unos meses lo consiguieron, pero ya era tarde porque la reina se había enfermado y, como tenía neumonía, tenía mucho riesgo de morir. Se la inyectaron rápidamente a la reina y todo salió perfecto; habían salvado a la reina y ahora todo iba a mejor, ya que la hija escondida del doctor Oscuridad se enteró de esto y decidió ayudar a los niños, puesto que ella sabía lo que debía contener la vacuna para los coronaviscosos, para que no se volviesen a contagiar. Así que les ayudó.

Poco a poco se la fueron poniendo a todos los habitantes del planeta Galaxia. Las muertes disminuyeron hasta desaparecer y ya nadie tenia el virus. Pero los coronaviscosos estaban por todos lados, esperando para atacar otra vez. Así que los niños decidieron actuar con Luminosidad [la hija del Doctor Oscuridad]. No sabían qué hacer, así que empezaron a investigar. Luego aparecieron los cuatro amigos, Chispa, Rayo ,Luna y Estrella, cada uno tenía el poder que le daban sus nombres: Rayo era capaz de transmitir electricidad, Luna poseía el don de crear la noche, Chispa poseía el dominio del fuego y Estrella el poder de lanzar estrellas cuchillas. También Luminosidad, la hija del Doctor Oscuridad, tenía el poder de los agujeros negros y era capaz de mandar a todo el mundo al lado oscuro y al infinito vacío.

Pero, a pesar de todos sus poderes, no parecían suficientes para derrotar al coronaviscoso. Pero entonces entendieron que la mejor arma era el trabajo en equipo, eso les dio un poder superior, la súper fuerza. Con toda la fuerza que pudieron generar, se lanzaron al ataque contra el coronaviscoso. Tras una dura batalla, Luminosidad hizo su trabajo y mandó el virus a un agujero negro, lo más alejado de la Tierra.

El 31 de diciembre a Estrella, que le encantaban los juegos de mesa, se le ocurrió que a las doce de la noche tendrían que decir “JUMANJI”, para poder finalizar aquel “juego”. Y así hicieron. El 1 de enero lo celebraron con todos los habitantes del planeta Tierra.

FIN

Autores – 5º C: Lucía Bolivar, Cora Gil, Alexandru Ciruea y Lucía Gallego.