Los alumnos de 1º de Bachillerato celebran el «Día Mundial de la Filosofía», debatiendo sobre la violencia y las posturas que nacen desde los pensadores

Eider Gago / LA TIZA MENSAJERA

Los alumnos de 1º de Bachillerato han preparado en equipos la participación en un debate en torno a la violencia, que significó el producto final a su trabajo, para celebrar el «Día Mundial de la Filosofía», el pasado jueves 18 de noviembre. Tras el término del debate, concluyeron con un documento marco en el que han expuesto las cuestiones más relevantes que trataron dentro de él. A continuación, les ofrecemos dichas conclusiones.

«En el debate que hemos preparado en 1º de bachillerato, hemos discutido lo que realmente es la violencia, las postura filosóficas que apreciamos y cómo nos enfrentamos a ésta día a día.

La violencia, en sus múltiples fases, está presente día a día en proporciones alarmantes. Se puede afirmar que nuestro mundo, y con él nuestro país, se ha vuelto constitutivamente violento. Frente a esto, resulta pertinente ensayar alguna reflexión desde la filosofía. Es por esto que reflexionamos acerca de los problemas que esto ocasiona y sus posibles soluciones.

Discutimos los posibles escenarios en los que la violencia parece necesaria e inevitable de usar como solución, aunque no deba hacerse. De los que podemos destacar, la defensa propia y la defensa propia en robos con violencia. Aunque normalmente si nos preguntasen lo que haríamos en uno de los casos mencionados anteriormente, tenemos claro que, en un principio, vamos a tomar una postura pacífica, pero en nuestro debate, aunque no estemos del todo de acuerdo, hemos llegado a la conclusión de que el instinto humano es el de protegerse de la violencia con más violencia.

Por otro lado, la violencia, por lo general, está asociada a aspectos como la guerra, violaciones o asesinatos, sin embargo la defensa propia también se puede considerar un tipo de violencia, que, por el contrario, es a veces necesaria. En esto coincide Aristóteles quien veía la violencia como necesaria, pero es Sócrates quien decía que la violencia no es un problema de principios, como usualmente se nos presenta el tema, sino que es una modalidad en las relaciones sociales. Estamos todos de acuerdo en que en una sociedad idílica recurrir a la violencia no sería una opción, pero desgraciadamente todavía lo sigue siendo y se ve como algo normativo. A pesar de que Aristóteles consideraba que la violencia era necesaria, hay que recalcar que él vivió otros tiempos en los que la revolución era necesaria para la evolución constante de la sociedad. Aunque la violencia siga siendo en cierto modo necesaria para el correcto desarrollo de la sociedad, sí es verdad que la violencia se ha estado convirtiendo en algo irracional y descontrolado.

Hoy en día inconscientemente sabemos que la solución nunca es la violencia, esa es una respuesta fácil e impulsiva a un suceso del que no estábamos advertidos, del que no teníamos consciencia de que iba a suceder.

Hemos preparado este debate en honor del Día Mundial de la Filosofía, el pasado 18 de noviembre, por esto es que hemos buscado y argumentado con aspectos filosóficos sobre la violencia, como las perspectivas de filósofos, hemos dialogado como pequeños filósofos que están aprendiendo y llegamos entre todos a una conclusión similar. Hemos aprendido que gracias a la evolución del ser humano, y de los estudios, la violencia no es necesaria para las cosas para las que las utilizamos como por ejemplo para la educación de los niños, son muchos los que creen que al pegar al menor, se conseguirá que aprenda más rápido, cuando se ha demostrado con diferentes estudios que el diálogo es una opción más válida y se ha demostrado que además sí es eficaz.

En conclusión, estamos en contra de lo que supone la violencia, pero a lo largo del discurso de este debate me he dado cuenta de que en algunas ocasiones es inevitable, no por esto se puede tratar de justificar ni en nuestra sociedad, ni ante la ley, pero es imposible que la violencia desaparezca cuando en el mundo hay personas violentas, más aun cuando hay necesidad por parte del atacante».