Celebramos el «Día de la Letras Canarias» con Agustín Espinosa

Por los alumnos de 4º ESO-A

Cada 21 de febrero se celebra el “Día de las Letras Canarias”, una fecha en la que conmemoramos el fallecimiento del famoso autor canario José de Viera y Clavijo, figura muy destacada en la literatura canaria, el humanista e ilustrado universal, embajador de la cultura de nuestras Islas. Por eso, esta fecha siempre está dedicada a autores importantes de nuestra literatura y, en general, a todas aquellas personas que forman parte del desarrollo cultural de las Islas. El presente año 2019 está dedicado a Agustín Espinosa, que está considerado uno de los grandes escritores de la literatura canaria y uno de los máximos exponentes del surrealismo en lengua española. En LA TIZA MENSAJERA, y tras trabajar en la investigación de la importancia de este fecha significativa y el propio Espinosa, hemos compartido entre todos este reportaje, hecho en clase, en nuestra redacción.

El 21 de febrero de 2007 se celebró el primer «Día de la Letras Canarias», desde aquella fecha, el Gobierno de Canarias pretende reconocer la labor llevada a cabo históricamente por los autores canarios dedicados a la Literatura, en el convencimiento del importante valor que significa para la comunidad la labor de sus literatos, investigadores, críticos, editores y, en general, todas aquellas personas que de una u otra manera forman parte del sector del libro. Se eligió este día, dado que se conmemora la muerte del polígrafo canario José de Viera y Clavijo, 28 de diciembre 1731, Los Realejos, Tenerife-21 de febrero de 1813, Las Palmas de Gran Canaria.

En aquel primer año, se celebró este acontecimiento con la realización de diferentes actos por todas las Islas, como el reparto de libros sobre la vida de Viera y Clavijo o la representación de la obra de Viera para títeres Vida del noticioso José Sargo, a cargo de La Charlatana Producciones, que llevará esta obra del escritor canario a los escolares. En esa ocasión, el día 22, según recuerdan las distintas hemerotecas, «los actos del Día de las Letras Canarias serán celebrados en Tenerife el día 22, donde también habrá una ofrenda floral, en esta ocasión en la Biblioteca Pública de Los Realejos, localidad en la que nació el escritor canario. Por la noche será inaugurada la exposición de Luis Alberto Hernández Noticias del cielo desde la isla, en la Biblioteca Pública del Estado de la capital tinerfeña, donde actuará Benito Cabrera», informaban.

2019, a Agustín de Espinosa

En esta edición de 2019, se ha dedicado al poeta surrealista tinerfeño Agustín de Espinosa. Este escritor nació en Puerto de la Cruz (Tenerife) en 1897 y falleció en Los Realejos (Tenerife) en el año 1939. Fue un literato muy admirado y leído en su época con obras como “Crimen” publicada en 1934 o su poesía Lancelot 28º. 7º, lanzada en 1928. Estudió Filosofía y Letras en las universidades de La Laguna, Granada y Madrid, y completados sus estudios universitarios con el grado de Doctor, ejerció de profesor en Tenerife, Lanzarote, Gran Canaria y La Palma.
La Exposición Internacional del Surrealismo celebrada en Santa Cruz de Tenerife en 1935 contó con la colaboración de Espinosa, ya como escritor y agente cultural. Espinosa presentó a André Breton, escritor reconocido como el fundador del Movimiento Surrealista, antes de que procediera a la lectura de su conferencia titulada “Posición política del arte de hoy”. Luego el propio Espinosa leyó la versión española que él mismo había realizado.  Los momentos especiales de su obra se extienden desde los años 20 hasta su muerte en 1936, en pleno alzamiento militar en España.
Los constantes viajes nacionales e insulares que marcaron su trayectoria vital se inician en 1917, cuando se desplaza hasta la Universidad de Granada para estudiar Filosofía y Letras. Durante sus años en Granada, donde conoce a Federico García Lorca, mantiene una aventura amorosa con una mujer andaluza llamada María Ana, quien será reconvertida por Espinosa en el personaje principal de la “Oda a María Ana, primer premio de axilas sin depilar de 1930”, de “El mar” y de la novela Crimen. Más adelante, continúa su vida académica en Madrid, donde se integra en el Centro de Estudios Históricos y comparte tertulias con Ernesto Giménez Caballero, Pedro Salinas, Dámaso Alonso y otros reconocidos autores de la época que le permitieron conocer en profundidad las estéticas vanguardistas.

Tras leer su tesis doctoral sobre Clavijo y Fajardo en 1924, regresa a Tenerife como ayudante de la cátedra de Lengua y Literatura en la Universidad de La Laguna e inicia sus primeras recopilaciones de romances insulares. Su interés por la tradición oral de Canarias se manifestará en sus comentarios y difusión de los romances recopilados en diversas publicaciones, entre las que destaca la icónica revista tinerfeña de vanguardias La Rosa de los Vientos (1927-1928), de la que será jefe de redacción y habitual colaborador.

Durante los años siguientes, Espinosa compagina su dedicación a la docencia literaria con sus colaboraciones en diversas revistas y periódicos, como La Gaceta Literaria, Heraldo de Madrid, La Prensa o La Tarde. En 1928, obtiene la cátedra de Historia de la Literatura Española comparada con la extranjera del Instituto Nacional de Segunda Enseñanza de Mahón, que le conmutan por la del Instituto de Las Palmas de Gran Canaria. En el mismo año es destinado al Instituto Local de Segunda Enseñanza de Arrecife de Lanzarote y, como resultado de esta experiencia, escribe Lancelot, 28º-7º, que se publica un año más tarde. A partir de su viaje a París en 1930, se sumerge completamente en la estética surrealista y comienza a gestar su obra maestra, Crimen, cuya publicación se producirá en 1934. En estos años, realiza numerosos viajes, contrae matrimonio con Josefina Boissier (quien le inspira el Diario espectral de un recién casado) y publica la conferencia Media hora jugando a los dados.

2019 conmemora así nuevamente el honor que ha de tener Canarias de haber contado y contar en el mundo de las letras con innumerables ejemplos de que en nuestras Islas la cultura también se hace y crece.