CARLOS PALACIOS ZAFORTEZA, JEFE DEL MANDO DE CANARIAS: COMANDANTE DEL MANDO COMPONENTE TERRESTRE DE LA OPERACIÓN BALMIS

“Una de las misiones permanentes que tenemos los ejércitos en tiempo de paz es ayudar a nuestra sociedad en caso de graves catástrofes y emergencias”

Por Alumnos de Humanidades 4º de ESO del Curso 2019-2020

El teniente general Carlos Palacios Zaforteza, jefe del Mando de Canarias (MCANA), ha sido designado como comandante del Mando Componente Terrestre de la operación Balmis por el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra. Bajo las órdenes del comandante del Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa, el general de Ejército JEME encomendó al Mando de Presencia y Vigilancia Terrestre (MPVT), cuyo cuartel general se encuentra en Santa Cruz de Tenerife, la activación del Mando Componente Terrestre para llevar a cabo el planeamiento y la conducción de las diferentes operaciones del Ejército de Tierra en apoyo de la lucha contra el coronavirus. Todo ello en el marco del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que el Gobierno declaró el estado de alarma.

El Consejo de Ministros había promovido en febrero de 2018 al empleo de teniente general al general de división del Ejército de Tierra Carlos Palacios Zaforteza y le nombró nuevo jefe del Mando de Canarias. El teniente general Carlos Gabriel Palacios Zaforteza (Palma de Mallorca, 24/03/1959) ingresó en el Ejército en 1976. Ha estado destinado en el Regimiento Acorazado nº 61, en la Escuela de Estado Mayor, en la Brigada ‘Guadarrama XII’ y en cuarteles generales de la OTAN en Nápoles y Madrid. También ha participado en misiones en El Salvador y Bosnia y fue coronel jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada número 31 y jefe de la División de Logística del Estado Mayor del Ejército de Tierra. Actualmente es jefe del Estado Mayor de la Fuerza Terrestre. Esta entrevista la realizaron los alumnos de 4º de ESO, durante el Curso 2019-2020, y fue uno de los contenidos de una revista que montaron durante el confinamiento en sus casas. Con este trabajo lograron el Premio de Enseñanza Escolar Ejército de Tierra en su fase regional.

-A pesar de que esta pandemia ha sido totalmente imprevista, el Ejército de Tierra ha reaccionado con total operatividad, ¿Está de acuerdo? ¿A qué se ha debido esta capacidad de reacción? ¿Qué medios y despliegue han utilizado?

-«Totalmente de acuerdo con tu pregunta, no nos podemos olvidar que una de las misiones permanentes que tenemos los ejércitos en tiempo de paz es ayudar a nuestra sociedad en caso de graves catástrofes y emergencias. Al fin y al cabo, la pandemia provocada por el virus ha sido una emergencia nacional. Por eso nuestra respuesta en apoyo de la población ha sido inmediata y eficaz.

Los medios empleados son lo que tenemos en dotación en el Ejército de Tierra, ya sean tiendas, literas, cocinas….. para apoyar donde sea necesario, ya que nuestro despliegue ha cubierto todo el territorio nacional. En particular en Canarias hemos acudido a todas las islas excepto a la Graciosa, que estaba libre del virus y no nos quisimos arriesgar a contaminarles accidentalmente.

En definitiva, y como no podría ser de otra manera, hemos puesto todas las capacidades del Ejército al servicio, como siempre, de nuestra sociedad».

El Teniente General Palacios (drcha.) recibe a los mandos de la Operación Balmis.

El Teniente General Palacios (drcha.) recibe a los mandos de la Operación Balmis.

-Se señala repetidamente en distintos foros que estamos ante una guerra contra el Covid-19. ¿Cómo alto mando relevante de nuestro Ejército de Tierra, puede decir que esto es cierto? ¿Es comparable esta situación a cualquier otra de combate? ¿Por qué?

-«No creo realmente que estemos ante una guerra, aunque sí se esté luchando contra el virus desde distintos ámbitos, ya sea el sanitario curando a los enfermos y reforzando los hospitales, en la investigación diseñando una vacuna y una medicina que remedie la enfermedad, en la descontaminación de instalaciones para evitar el contagio, en la adopción de medidas de protección para garantizar la salud de la población o en el ámbito social ayudando a los más necesitados a superar esta terrible pandemia.

En definitiva, no se puede considerar una guerra aunque, terriblemente, hayamos tenido muchos fallecidos, sobre todo entre nuestros mayores».

-Si esto ha sido una guerra, como se comenta, ¿hemos realmente ganado la guerra al Coronavirus con nuestro Ejército de Tierra o solo una batalla? ¿Nos lo puede explicar?

Desde luego estamos ganado al virus lo que podríamos considerar una “primera batalla”, aunque como dije antes, esto no es comparable a una guerra. No cabe duda, que con el sacrificio del personal sanitario y la responsabilidad de la sociedad hemos sido capaces de reducir el número de enfermos y fallecidos, hasta el momento.

Pero hasta que no se disponga de una vacuna no podemos descuidarnos porque el virus sigue presente entre nosotros. Yo creo que nos tenemos que mentalizar que nos quedan “batallas” por ganar y que cuanto más responsables seamos todos, en cuanto a la higiene,  las medidas de protección y la distancia de seguridad, más fácil va a ser acabar con esta terrible pesadilla».

-¿Nos podría detallar o casi ofrecernos un pequeño diario de cómo ha sido la vivencia de estos más de 70 días de Operación Balmis que ha compartido usted con sus tropas?

-«Han sido tres de meses de intenso trabajo para todos los que hemos participado en la Operación Balmis. Hay que tener en cuenta que en un principio nadie sabía el impacto que iba a provocar el virus en la población y, a medida que pasaba el tiempo, se iba acudiendo en ayuda de las distintas comunidades, según lo necesitaban.

En un principio desplegamos patrullas por toda España para informar a la gente que se quedase en casa, respetando la cuarentena, porque había algunos que no eran conscientes de la gravedad de la pandemia y querían mantener su rutina habitual.

Posteriormente y ante la saturación de los Centros Sanitarios empezamos a desplegar Hospitales de Campaña para que las ciudades dispusieran de más camas donde alojar al gran número de enfermos por el virus. También cedimos personal y material sanitario en algunas ciudades para reforzar los medios que tenían.

Pero todo se complicó mucho más, y tuvimos que ayudar a trasladar enfermos entre hospitales que estaban muy llenos. En Madrid también ayudamos a evacuar fallecidos porque las capacidades de las funerarias se vieron desbordadas.

Una de las actividades que más esfuerzo nos ha llevado ha sido la descontaminación de instalaciones de todo tipo para limpiarlas del virus y evitar que más gente se contagiase.

Sin duda, han sido tres meses muy intensos donde los hombres y mujeres que formamos parte del Ejército hemos estado totalmente volcados en ayudar a nuestra sociedad».

-Imaginamos que han hecho sondeos en la calle de la valoración que ha hecho la población civil sobre la actuación del ET ante esta crisis sanitaria y social, ¿nos la podría comentar?

-«La respuesta de la sociedad ante el comportamiento ejemplar de nuestros militares ha sido extraordinaria. Nos hemos sentido acogidos, queridos y agradecidos en todas las tierras de nuestra geografía española. Desde Figueras hasta el Hierro, desde Coruña a Melilla, los hombres y mujeres del Ejército han recibido el calor de la sociedad, que ha podido comprobar la entrega y cercanía de su Ejército en estos momentos tan terribles».

-Ver morir a camaradas en el combate, ha de ser duro, todo militar lo tiene guardado, seguro, en su memoria militar, ¿pero cómo se pueden definir esas experiencias vividas en los hospitales de campaña, en la residencias de mayores, en tanto y tantos lugares, donde a pesar de lo que el Ejército de Tierra ha hecho se pierden vidas por la crudeza del Covid-19?

-«Dureza y tristeza por la pérdida de tantas personas, sobre todo mayores que se han ido sin poder despedirse de sus familiares y amigos, tras una larga vida entregada a sus hijos y nietos.

Dureza en las vivencias de los traslados de fallecidos y también en su custodia en los tanatorios improvisados en Madrid, donde muchos muertos han tenido que esperar su momento para ser enterrados por el desbordamiento de los servicios funerarios».

-¿Se siente orgulloso del trabajo que ha realizado y sigue realizando el Ejército de Tierra ante esta debacle llamada Covid-19, y en derredor de la Operación Balmis?

 -«El balance de la participación del Ejército de Tierra en la Operación Balmis es muy positiva. Hemos contribuido eficazmente a contener la propagación de la epidemia, mitigar sus efectos en la sociedad, garantizar los servicios esenciales, minimizar los daños en la población y a satisfacer otras necesidades públicas, por ese motivo, como jefe del Mando Componente, me siento muy orgulloso de los hombres y mujeres del Ejército de Tierra que han participado en la operación».

-¿Qué tienen previsto hacer ante un próxima recaída o rebrote de la pandemia, si se diera? ¿Se puede decir que son ahora un Ejército de Tierra con experiencia para contratacar al enemigo, llamado Covid-19?

-«La Ministra de Defensa ha afirmado recientemente que las Fuerzas Armadas reactivarían la Operación Balmis, que concluye el 21 de junio, junto con el estado de alarma, en un periodo de 48 e incluso 24 horas, en el caso de que hubiera un rebrote de la pandemia del coronavirus.

Al acabar cualquier operación, y máxime en esta que pudiera volverse a activar de nuevo, hay que revisar los planes que hemos desarrollado, ver lo que nos ha salido bien y en que se puede mejorar y ajustar nuestros procedimientos por si tenemos que desplegar de nuevo nuestras unidades».

-Nos gustaría que se despidiera dándonos un mensaje de esperanza. Muchas gracias. 

-«Los españoles somos capaces de las mayores hazañas, lo habéis estudiado en la historia donde nuestros antepasados fueron protagonistas de gestas como la del descubrimiento de América, solo tenemos que proponérnoslo. Por eso, estoy seguro que entre todos vamos a vencer a este virus e impedir que vuelva a invadir a nuestra sociedad; hemos pagado un precio muy alto y no dejaremos que vuelva a pasar.

Nosotros los militares seguiremos a vuestro lado, aunque no distingáis nuestra presencia porque estemos en los cuarteles. Creo que os hemos demostrado que estamos preparados y dispuestos a intervenir en vuestra ayuda; lo hicimos en esta crisis y volveremos a repetirlo cuando sea necesario. Tened seguro que aunque no nos veáis, estaremos siempre cerca vuestro, listos para actuar».