Daniela Jiménez Brito y Liam Ríos Knopps, nos cuentan su experiencia en Canadá

Por Lucía Eugenia Alonso Eiras y Sakira Alvarado Soriano, alumnas de 4º ESO

Dos alumnos de 4º ESO del Colegio Virgen del Mar, Liam Ríos Knopps y Daniela Jiménez Brito, han contado con la suerte de pasar tres meses escolares en Canadá, gracias a las becas del Cabildo Insular de Tenerife. Tras volver de esta inolvidable experiencia, estos dos estudiantes han sido entrevistados por LA TIZA MENSAJERA. Primero Daniela nos relatará sus vivencias y luego Liam nos llevará también a su día a día y recuerdos de Canadá. Ambos coinciden en que «son momentos inolvidables».

Daniela Jiménez Brito: «La experiencia de estos cuatro meses en Canadá ha sido una de las mejores cosas que me han pasado en la vida»

-¿Cómo lograste este intercambio en Canadá?

-«Pues este intercambio lo logré a través de una beca del Cabildo Insular de Tenerife, pero me concedieron esta beca gracias a mis calificaciones y no solo la asignatura de inglés. Mi madre fue la que me presentó para ella y una vez me la dieron, tanto a mí como a los demás niños y niñas de Tenerife que la conseguimos, se comunicaron con nosotros para hacer un examen de escucha y de escritura para ver nuestro nivel de inglés. Unos meses más tarde, estábamos en un avión rumbo a Canadá».

-¿Ha valido la pena vivir esta experiencia?

-«La experiencia de vivir estos cuatro meses en Canadá ha sido una de las mejores cosas que me han pasado en la vida. Ha valido mucho la pena ir, porque he mejorado mi nivel de inglés, he hecho muchos amigos nuevos  allí, he aprendido distintas costumbres y he vivido nuevas experiencias, como ver la nieve por primera vez. La única parte negativa de esta experiencia es que me he encariñado mucho con el lugar y la gente, y se me ha hecho muy difícil volver a Tenerife. La última semana fue algo triste debido a eso, pero no pierdo la esperanza de poder volver muy pronto».

-¿A qué centro asististe y qué clases recibiste?

-«Asistí al colegio Templeton Academy en Meadows, Newfoundland and Labrador. Los cursos se organizaban por grados, desde grado uno hasta grado 12. De grado uno hasta seis sería infantil, de grado siete hasta 10 sería ESO y de grado 11 hasta grado 12 sería lo que en España se considera Bachillerato. En este colegio había unos 300 alumnos aproximadamente. No era muy grande debido a que la mayoría de la población vive en la ciudad de Corner Brook, pero se hizo para los que vivían en el lado contrario de la bahía, ya que para los que están más lejos de allí, llegar les costaría unos 30 minutos en coche. Aunque el colegio no era el más grande, tenía unas buenas instalaciones incluyendo gimnasio, campo de fútbol, etcétera. El centro tenía varias asignaturas distintas y podías elegir entre todas ellas. Las clases eran creativas, divertidas y con un objetivo muy didáctico como era, por ejemplo, la asignatura de Carrer Development, en la que te enseñaban muchos valores. Te ayudaba a ver qué tipo de persona eres y te guiaban en tus cualidades y qué trabajo sería el idóneo para ti. Había algunas clases en las que coincidía con alumnos de otros grados, y eso a mí me pareció muy bien. Mis asignaturas preferidas eran Música,  Arte y Diseño, Drama y Escritura. También estaba la asignatura de Gimnasia, que aunque no la pude hacer, me hablaron muy bien de ella, porque hacían muchos ejercicios y actividades distintas, dado que el gimnasio estaba muy bien preparado para eso».

-¿Te ha servido tu nivel de inglés aprendido en el colegio?

-«Yo creo que estaba muy bien preparada en cuanto a mi nivel de inglés, puesto que en el colegio nos han enseñado dicho idioma desde muy pequeños. Es verdad que nada más llegar allí me costó algo más, pero una vez pasados los primeros días no fue para nada una dificultad. Podía hablar fluidamente y no tenían problema al entenderme, es más, me decían que tenía un muy buen nivel de inglés. Creo que la escucha la he mejorado muchísimo, debido a que todo lo que oía era en inglés, pero mi habla también ha mejorado muchísimo y he ampliado mi vocabulario».

-¿Cómo era un día corriente tuyo en Canadá?

-«Mi día a día entre semana era siempre el mismo. Me levantaba a las siete y a las ocho y diez pasaba el bus que me cogía en frente de mi casa y me llevaba junto a otros niños hasta el colegio. Allí empezaban las clases desde las 8,45 hasta que se acababan a las 3 de la tarde. Después volvía a mi casa otra vez en el bus. Cuando ‘mi madre’ llegaba a la casa después del trabajo, empezaba a hacer la comida; a las cinco y media de la tarde que era cuando toda la familia estaba en casa, cenábamos. Después veíamos todos juntos la televisión o, si tenía que estudiar, me iba a mi cuarto. Los jueves por la tarde iba con mis amigos y familia a la ciudad, ya que ellos también iban todos los jueves, y así aprovechaba para quedar e ir a comprar o comer algo. Los fines de semana salía con mi familia a algún lugar de visita o los acompañaba a la ciudad. También me reunía con mis amigos por las tardes».

-¿Tu vida en familia allí con el hogar que te ha acogido, qué tal?

-«La verdad que tuve mucha suerte con la familia que me tocó. Eran sencillamente increíbles. Se preocupaban por mí como si yo fuera su propia hija. Procuraban siempre hacer comidas que me gustaran, aunque también cocinaron comida distinta a la que estoy acostumbrada.  Me llevaron a visitar muchos sitios de la isla. Trataban que siempre estuviera bien emocionalmente y podía hablar con ellos sobre cualquier cosa. Siempre me aconsejaban o me intentaban enseñar cosas de la vida. En conclusión, siempre estaban ahí para mí y por eso les estaré eternamente agradecida.  Y orgullosamente puedo decir que tengo una segunda familia allí en Canadá».

-¿Son semejantes los sistemas educativos o te ha costado adaptarte?

-«El sistema educativo es distinto al de España, pero también tiene algunas semejanzas. Allí es todo mucho más liberal, te enseñan muchos valores y cosas útiles para la vida. El profesorado tiene mucho conocimientos, puesto que se selecciona por altos estándares de exigencia. Hacen mucho uso de las tecnologías para muchas asignaturas. El horario también es distinto, pero está muy bien repartido. De resto es muy similar al sistema educativo español».

-¿Qué experiencia especial nos puedes aportar?

-«Una de las mejores experiencias que viví allí fue cuando un amigo canadiense me invitó a ir con él en su moto de nieve. Fuimos a través del bosque e hicimos algunas paradas para ver el paisaje todo nevado. También me dejó conducirla, aunque me tuvo que ayudar él un poco. Fue algo realmente divertido. Después fuimos a su casa y experimenté lo que es que los pies se te congelen y vuelvan a entrar en calor, algo realmente doloroso. Más tarde nos deslizamos por la nieve con unas colchonetas y después vimos una pequeña cascada congelada. Ese día fue muy agradable».

 

 

Liam Ríos Knopps: «Experiencias como esta te enseñan a salir de tu zona de confort»

-¿Cómo lograste el intercambio a Canadá?

-«Bueno, la idea del intercambio me surgió en octubre de 2017, un día cualquiera, mi madre me había preguntado si me interesaba estudiar fuera, que con la edad que tenía eso ya podía hacerlo. Ya le había dicho años anteriores que me encantaba la idea, y esa vez no fue la excepción. Para lograr ese intercambio, tuve simplemente que presentarme a una beca de inmersión lingüística de inglés que me permitiese estudiar en el extranjero».

-¿Recomiendas al resto de compañeros que pruebe la experiencia que tuviste tú?

-«Sinceramente, no sé que me esperaba de esta experiencia, pero desde luego superó mis expectativas con creces. Recuerdo que no quería irme, era lo último que quería hacer, pues estoy seguro de que nunca he sido tan feliz. Realmente esta experiencia ha quedado grabada en mi corazón, y si hay algo por lo que estoy luchando es por volver a ese país tan maravilloso. Y animo a la gente a que pruebe esta experiencia, estoy seguro al cien por cien de que opinarán lo mismo que yo, tras la vuelta. Es simplemente fantástica. Me alegro de ser tan afortunado por haberla vivido, pues llegas a conocer una forma de vida distinta a la tuya, y sobre todo a ver cosas nuevas. Salir de tu zona de confort. Por eso animo a la gente a que pruebe lo que he vivido yo».

-¿Qué beca es? ¿Cómo la conseguiste?

-«Encontramos unas becas que el Cabildo Insular de Tenerife ofrecía. Presenté mi expediente escolar con todos mis datos para conseguir la ayuda a Canadá. Lo hice para probar, no creí que la fuera a conseguir. Pero sorprendentemente en marzo de 2018 se publicaron los resultados y yo la había conseguido. A partir de ese momento, me llegaron varios correos de la empresa que me llevaría a Canadá, diciéndome todos los pasos que debía seguir, incluyendo muchas guías sobre la experiencia que iba a tener. También tuve que hacer varias pruebas de inglés que entraban dentro de la beca».

-¿A qué centro estás asistiendo? ¿Qué clases recibes?

-«Estuve asistiendo a un instituto situado en un pueblo llamado Chatham-Kent. Es un instituto público llamado Chatham-Kent Secondary School, mejor conocido como CKSS o simplemente CK. En este centro tan solo se reciben cuatro asignaturas por semestre, mates, que tenía que elegirla obligatoriamente, a menos que escogiera alguna clase relacionada con Ciencias; inglés, que es como lengua castellana en España; drama, donde hacemos actuaciones o aprendemos a cómo actuar; y por último psicología, en la que aprendemos todos los sucesos que ocurren en nuestro cerebro, o lo que nos ocurre en nuestro día a día».

-¿Te ha servido de algo el inglés aprendido en el colegio?

-«He de decir que sí. No llevo toda mi vida en el colegio, antes de llegar al Virgen del Mar no tenía ni idea de hablar inglés, no sabía decir nada más que ‘hola’. Desde que he llegado al colegio a los diez años, hasta este mismo momento, soy totalmente consciente de que sé mucho más inglés ahora. El método de enseñanza de inglés en el colegio es excelente. Desde luego, ha sido de gran ayuda para comunicarme, y aunque a veces no estaba seguro de si decía bien las cosas, hubiera sido mucho más difícil si no hubiera tenido los conocimientos que tengo ahora de inglés, gracias al colegio».

-¿Cómo es un día normal tuyo en Canadá?

-«Bueno, la rutina básica un día entre semana, sería levantarse a las seis y media de la mañana y prepararse para ir al instituto. Las clases empiezan a las ocho de la mañana, y terminan a las dos y cuarto de la tarde. Después de las clases es cuando me gusta hacer cosas. Si no tengo muchas ganas de salir por ahí, voy caminando a mi casa para pasar la tarde con la familia. Algunos de mis primeros días no iba a mi casa, me quedaba más tarde en el instituto para entrenar en el equipo de fútbol de allí. Otras veces después de clase, salía con amigos e íbamos a alguna casa o al McDonald’s de al lado del instituto. Eso es un día normal mío en Canadá».

-¿Tu vida en familia allí, con el hogar que te ha acogido, qué tal?

-«Estupendo, hubo mucha gente que acabó cambiando de familia por falta de atención de esta, o mala relación. Hablando de mi familia, me siento afortunado, pues me tocó una muy buena. Me prestaban atención, nos llevamos bien, se interesaban por mí y hacíamos cosas juntos. Mi relación con ellos fue estupenda. Claro, soy totalmente consciente de que teníamos nuestros más y nuestros menos, alguna vez ellos acababan molestos con alguna cosa que yo hacía mal. Y la verdad es que lo acepto, todos los conflictos que tuvimos, casi todos fueron culpa mía, algunas veces carecía de responsabilidad, pero nadie es perfecto. En cualquier caso, nos cogimos confianza muy rápido, y me dan mucha libertad. Nuestra relación es fantástica en general».

-¿Son semejantes los sistemas educativos o te ha costado adaptarme?

-«Ni lo uno ni lo otro. Los sistemas educativos son muy diferentes, por lo menos lo que yo viví era bastante diferente. Quizá estudié en un entorno donde te daban más libertad, donde había mucho por explorar y hacer. Fuí explorando poco a poco como funcionaba todo, y es fantástico. Puedes elegir las asignaturas que quieres, hay mucha variedad de cosas para estudiar, las asignaturas se daban de forma más práctica, había mucho tiempo de descanso entre clase y clase, sólo tenías las mismas cuatro asignaturas todos los días por semestre. No se me pasó por la cabeza que me costará adaptarme, pero sí que podría acostumbrarme a ese sistema, pues lo considero bastante mejor que el que hay en España».

-¿Nos puedes contar alguna experiencia que te haya pasado?

-«Recuerdo que llegué a visitar los lugares más populares y de más interés del país. La ciudad de Toronto y las cataratas de Niágara. Eran lugares increíbles. Recuerdo lo grande que eran las cataratas, el agua caía con mucha fuerza y era algo precioso. Está claro que las cataratas son una de las maravillas del mundo. Y desde luego, por lo que yo considero maravillas del mundo son cosas naturales, como por ejemplo el río Nilo, o la Aurora Boreal. Por otro lado, la ciudad de Toronto es la ciudad más grande que he visitado hasta el momento. Pude ver desde la torre, lo inmenso que era too, pero las calles parecían pequeñitas. Desde luego la vista jugó conmigo, era un lugar increíblemente enorme lleno de edificios y rascacielos. Fui con amigos, y tengo varias anécdotas con ellos, lo que hizo la experiencia más divertida».